EUROPA
PRESS
24 abril
2021
¿Sabes
que lo que comemos puede influir en nuestro olor corporal? ¿Por qué sudamos?
Hay personas que sudan más que otras, y
especialmente con el aumento de las temperaturas. De hecho, hay personas que
sudan muchísimo, y además su sudor no huele bien. Pero no te equivoques, el
sudor es inodoro, lo que huele son los desechos de las bacterias que viven en
nosotros y a veces en función de lo que comamos también se 'activa' ese mal
olor.
"Aunque el sudor es principalmente inodoro, los restos
de la digestión pueden alterar un poco el olor corporal. En el caso de algunas
especias, la cebolla, el ajo y los alimentos ricos en azufre (huevos, pescado,
carne, lácteos, algunas frutas...). ¡Somos lo que comemos! (...) No obstante
hay que tener en cuenta que, por mucho que nos parezca una lata, ¡sudar es
natural y necesario!", defiende en una entrevista con Infosalus
la miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) la
doctora Andrea Combalia.
Esta especialista recuerda que tenemos sudor porque es el
mecanismo que emplea el cuerpo para regular nuestra temperatura corporal por
debajo de los 37 grados, de forma que así se permite el correcto funcionamiento
de nuestros órganos.
"Sudamos para mantenernos frescos en ambientes con
temperaturas cálidas, al hacer ejercicio y en
ocasiones en respuesta a situaciones que nos hacen sentir nerviosos,
avergonzados o con miedo", reconoce en 'Piel Sana in Corpore Sano'
(Grijalbo) y es que, según precisa, tenemos millones de glándulas sudoríparas
distribuidas por todo nuestro cuerpo.
Cuando sudamos se activan nuestra
glándulas sudoríparas, se humedece la superficie de la piel y tiene
lugar la 'transpiración': "El sudor se evapora al entrar en contacto con
el aire, y en consecuencia disminuye la temperatura de nuestra piel. Sudar es,
por lo tanto, una función esencial".
En este punto, llama la atención sobre qué es la
'anhidrosis' o incapacidad de sudar con normalidad, de forma que si no sudas,
no transpiras, y de esta manera el cuerpo no disminuye su temperatura.
"Esto puede provocar un aumento excesivo de la temperatura corporal y, en
ocasiones, un golpe de calor que puede llegar a ser mortal", subraya.
En cuanto a uno de los mitos que rondan en torno al sudor,
que al depilarnos éste nos sale por otro sitio o sudamos más, la doctora Combalia rechaza totalmente esta afirmación: "No tiene
nada que ver la depilación con el sudor. La depilación va dirigida contra el
folículo piloso".
¿Por qué hay personas con un olor a sudor más fuerte?
Respecto a por qué hay personas que sudan más que otras, la
miembro de la AEDV aclara a Infosalus que una
sudoración más abundante se conoce como 'hiperhidrosis', o 'bromhidrosis'
cuando ya hay un más sudor maloliente.
"La relación del sistema nervioso con nuestra piel y la
necesidad de regular la temperatura de una persona pueden provocar una mayor o
menor sudoración", precisa la experta.
Sobre la hiperhidrosis recalca que tiene lugar cuando esta
regulación no se puede controlar, si bien aclara que con herramientas como la
toxina botulínica o bien a través de otros mecanismos, hay muchas soluciones,
se puede solventar: "Aunque hay que tener cuidado en su empleo porque
impiden la salida del sudor y pueden aumentar la foliculitis".
En última instancia, Andrea Combalia
menciona que la bromhidrosis es producto de la degradación de los
microorganismos que viven en nuestra piel y lo que huele es esta proliferación
bacteriana que se depositan sobre nuestra piel. "Por eso importante buena
higiene de las zonas y valorar algún tratamiento. El olor depende de cada
persona porque cada piel tiene su flora cutánea y hay algunos alimentos que
pueden influir en el olor del sudor como por ejemplo la cebolla o el ajo o los
alimentos ricos en azufre", advierte.
La bromhidrosis defiende que ocurre frecuentemente en axilas
y pies. Según insiste, "el mal olor no está causado por el propio sudor,
que es inodoro, sino por los productos de degradación de las bacterias y
levaduras que se alimentan del sudor en estas zonas".
Otro de los mitos sobre sudar y que Combalia
destierra en su libro es que sudar adelgaza y elimina toxinas: "Ninguna de
las dos afirmaciones es cierta. El sudor es uno de los mecanismos de excreción
que tiene nuestro organismo, pero su composición es 99% agua. El 1% restante se
reparte entre sales minerales, como el sodio y el cloro (por eso es salado), y
otros electrolitos. La cantidad de toxinas eliminadas por el sudor es, por
tanto, mínima".
Tampoco es sinónimo de adelgazar o de perder grasa puesto
que, según concluye, lo que ocurre al sudar es que perdemos agua, y entonces
nos deshidratamos. "Eso nos da una falsa sensación momentánea de pérdida
de peso. La pérdida de peso relacionada con el sudor es consecuencia de la
deshidratación, lo que a su vez no resulta bueno para el cuerpo. Rehidratarse
es fundamental. ¡Si sudas, bebe agua!", sentencia Andrea Combalia.